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La prospección de fosas comunes en el cementerio de Las Casas, en Soria, abre una “vía de esperanza” para encontrar los restos de decenas de personas que fueron tomadas prisioneras en la catedral seguntina y cuyo rastro se pierde en 1936

Francisca Bravo 20 de junio de 2023 Eldiario.es

Isabel lleva toda su vida buscando a sus tíos. Eran tres. Francisco, Agustín y Carmelo Marín Martínez. Salieron a combatir en la guerra civil y nunca más volvieron. Son tres de los más de 150 republicanos desaparecidos tras la batalla de Sigüenza, un episodio relevante en el desarrollo de la contienda en la provincia de Guadalajara con la catedral como símbolo. El 16 de octubre de 1936, el bando franquista detuvo a un gran número de combatientes republicanos que se encontraban refugiados en el templo catedralicio. Fue el bando republicano el primero en llegar a la ciudad, mientras que los ‘nacionales’ estuvieron acompañados incluso por bombardeos alemanes. La catedral de Sigüenza se convirtió en una suerte de fortaleza hasta que los republicanos fueron hechos prisioneros.

Tras años de investigaciones, el Foro por la Memoria de Guadalajara ha detectado que hay un total de 157 prisioneros republicanos que han “desaparecido”. Los investigadores de la asociación han comparado dos listas de prisioneros de esta batalla. La primera incluye hasta 591 personas, entre miembros de milicias republicanas y de personas refugiadas que fueron a buscar cobijo a la catedral de Sigüenza. Es la denominada ‘Relación general de los entregados en la catedral y llevados al teatro’. En la segunda lista, ‘Relación nominal de los individuos prisioneros de guerra, procedentes de Sigüenza, detenidos en esta prisión a disposición del Excelentísimo Señor general Jefe de la División de Soria, con expresión de su naturaleza, vecindad, edad y profesión de los mismos, ingresados en la misma el 17 de octubre de 1936’, sólo hay 333 nombres. Y no todos coinciden con los de la lista anterior.

De este modo, el Foro por la Memoria ha llegado a la conclusión de que cabría la posibilidad de que se trate de víctimas de crímenes de lesa humanidad. Y por eso, trata de localizar sus restos, en paradero desconocido hasta ahora. Y los buscan fuera de Castilla-La Mancha, concretamente en la última exhumación llevada a cabo por la Asociación Memorialista Recuerdo y Dignidad en la provincia de Soria. Ambas organizaciones memorialistas llevan años colaborando en esta búsqueda.

El pasado 29 de mayo, la asociación soriana comenzó los trabajos que culminaron con la localización de una serie de fosas comunes en el cementerio de Las Casas. Se abría así una “vía de esperanza” para la localización de los cuerpos. Como ha ocurrido con otros trabajos de exhumación y localización de fosas comunes por parte de la Asociación Recuerdo y Dignidad, se han abierto diligencias judiciales con las que se “abre una vía de esperanza”.


Miembros de la policía judicial de Soria haciendo atestado tras el hallazgo de una fosa con republicanos asesinados en el cementerio de Las Casas (Soria) Foto FMGU.

“Mi abuela nunca ocultó lo que pasó”

Maribel Dorado Marín forma parte del grupo de familiares que las organizaciones han podido localizar en el proceso de búsqueda de todas estas personas desaparecidas. Francisco, Agustín y Carmelo eran hermanos de su madre. El más pequeño tenía sólo 18 años cuando desapareció. “Mi abuela nunca ocultó lo que pasó. Ella hablaba de sus tres hijos que fueron al frente y nunca volvieron”, resalta. Su abuelo se dedicó a recorrer los frentes cercanos a Madrid para intentar localizar a sus hijos y en un momento de su búsqueda, sufrió un infarto. “El forense le dijo a mi abuela que había sufrido un sufrimiento muy grande. Y mi abuela se quedó sola con sus cinco hijos”, señala.

Hoy en día sólo queda vivo uno de sus tíos. En 1936 tenía cuatro años. “He visto a mi abuela y a mi madre sufrir por sus hijos y por sus hermanos. Mis tíos tienen que reposar junto a mi abuela, que era lo que ella quería. No es lícito que algunas personas tengan a sus familiares enterrados y otros los tengamos tirados en cunetas o comidos por las alimañas”, afirma, emocionada. Dice haber heredado el duelo de su abuela y que ha sido eso lo que le ha impulsado a seguir una búsqueda que parecía no tener fin. “No teníamos los medios. No encontrábamos respuestas”.

Hasta que dio con el Foro por la Memoria de Guadalajara. Les contó la información que tenía: que dos de los hermanos se habían ido a Sigüenza y un tercero al frente de Talavera de la Reina, en Toledo. De este, el mayor, no saben nada. Pero tienen esperanza de encontrar los restos de los otros dos. “Mis tíos pueden estar en Soria, pero no sabemos en qué sepulturas. Mi labor es localizar a mi familia. Quiero encontrar a mis tíos, pero también a todos los fusilados”, explica Dorado Marín. “Independiente de lo que pase con la búsqueda de ellos, yo quiero contribuir a encontrar al mayor número de personas posible. Todo el mundo tiene derecho a que se dignifique la memoria de sus seres queridos”, remata.

Posibles crímenes contra la humanidad

El presidente de Recuerdo y Dignidad, Iván Aparicio, explica que la prospección del cementerio de Las Casas, en Soria, es el resultado de muchos años de investigación, puesto que sólo se pueden abrir fosas si los familiares lo reclaman. Las tareas llevadas a cabo entre mayo y junio de este año, se realizaron a petición de la mujer de una de las posibles víctimas, que ya no vive, y gracias a una subvención de la Junta de Castilla y León y la ayuda del Ayuntamiento. “Necesitábamos cuantificar la magnitud de lo que había en el cementerio, porque tenemos referencias de hasta cien asesinatos, por lo que se hizo prospección en los dos huecos que los vecinos habían respetado”, señala.

Aparecieron los cuerpos de siete personas en una primera fosa común. “El juzgado dijo que debían exhumarse y así hemos logrado que se pronunciase la justicia. Vino también una forense y a partir de ahí se ha judicializado esta causa”, señala. Es la quinta causa que la asociación logra que llegue hasta los tribunales, por presuntos crímenes contra la humanidad. “Conseguimos la presencia de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en el momento de encontrar los restos y entonces interpusimos la denuncia”, explica. Aparicio recuerda que en una de las causas que Recuerdo y Dignidad ha abierto han declarado familiares, y ha estado tres años abierta, hasta llegar al Tribunal Supremo.

“Llegamos al cementerio de Las Casas con la idea de que había 40 vecinos de la provincia de Soria, y además, cerca de medio centenar de víctimas de la catedral de Sigüenza, repartidas entre dos sacas”, explica. En una primera valoración, siempre como hipótesis, los cuerpos encontrados se corresponderían más bien con personas de la provincia de Soria, debido a las ropas que vestían. “Pero vamos a mirar también en los muros donde pudiera haber más cuerpos, y que probablemente pudieran ser los de Sigüenza. Todo son hipótesis y debe comprobarse cuando entremos en las labores de exhumación”, concluye.





Fuente, https://www.eldiario.es/castilla-la-mancha/social/buscando-desaparecidos-batalla-siguenza-quiero-encontrar-tios-fusilados_1_10297099.html

157 asesinatos investigados por la Justicia

Según el Foro por la Memoria de Guadalajara, serían milicianos hechos prisioneros en 1936 tras la Batalla de Sigüenza.

Por Gloria Magro. El Hexágono de Guadalajara.

La policía judicial investiga el hallazgo de cuerpos en el cementerio de Las Casas (Sorias); Foto: FMGU

El escenario del crimen es rápidamente acordonado por la policía judicial. A la espera del juez a cargo de la investigación, los agentes impiden la labor de los fotógrafos y mantienen a distancia prudencial a los familiares de las víctimas y a los investigadores que han hecho el descubrimiento. A sus pies, la fosa del cementerio de Las Casas, en Soria, donde han aparecido los restos revueltos de lo que podrían ser en total en todo el recinto más de un centenar de personas asesinadas, muchas de las cuales, según el Foro por la Memoria de Guadalajara, serían milicianos hechos prisioneros en 1936 tras la Batalla de Sigüenza.

Soria asiste estos días fascinada al último episodio de la Guerra Civil, que se escribe en un cementerio de su capital. Los periódicos publican día a día las últimas novedades de un caso histórico que desvela uno de los episodios más dramáticos sucedidos en los primeros meses de la contienda y del que los historiadores tenían constancia aunque la fosa no hubiera sido aún localizada. En la cata anterior, el pasado otoño, ahora saben que se quedaron a escasos centímetros de acertar. Los primeros siete cuerpos han aparecido justo ante la puerta principal del recinto y se cree que hay muchos más, tanto dentro como extramuros.

Más de ochenta y seis años después de aquellos sucesos y a diferencia de lo que ocurre en otros lugares, en esta ocasión el paisaje dantesco de huesos y balas de procedencia alemana localizado en Las Casas no está siendo tratado como mera arqueología forense sino como el escenario de un crimen, de un crimen a gran escala. Los juzgados de Soria han procedido con diligencia en la excavación realizada por los investigadores de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la asociación soriana Memoria y Dignidad. Los familiares de algunas de las víctimas, allí presentes, confían en que las pruebas de ADN confirmen el final de una búsqueda que ha durado décadas de dolor e incertidumbre.

Maribel Dorado Marín ha ido en varias ocasiones a Soria, estuvo presente en la excavación del pasado otoño y también ha querido presenciar ésta. Busca a sus tíos, desparecidos en Sigüenza tras la toma de la catedral. El rastro de ambos se pierde entre los cientos de milicianos prisioneros trasladados en tren al convento soriano de Santa Clara, reconvertido por aquel entonces en prisión del ejército sublevado. «Todos los que están aquí enterrados merecen estar con sus familias», afirma emocionada después de haber presenciado la aparición de los primeros restos óseos y de haber visto las huellas claras de disparos en los cráneos que surgen de entre el barro. Esa imagen ha recorrido todos los medios de comunicación nacionales e internacionales estos días.

Los investigadores creen que en ese recinto yacen vecinos de los pueblos de alrededor, represaliados en los meses iniciales de la guerra, y también prisioneros provenientes de Guadalajara. El juzgado de Soria ha solicitado al Foro por la Memoria de Guadalajara que proporcione las listas de presos que localizaron en 2011 en archivos militares. Se trata de dos listados con nombres, apellidos y filiación que da cuenta de los milicianos capturados en Sigüenza por el ejército sublevado. El primero de ellos, fechado el 16 de octubre de 1936, tras la toma de la catedral, con los datos de 490 hombres, 47 mujeres y 54 niños, y el segundo, procedente de la prisión de Soria, a donde fueron trasladados, fechado en enero de 1937. Entre un lista y otra, la diferencia es de 157 nombres, cuyos cuerpos podrían ser los que se han encontrado estos días y los que aún pueden aparecer cuando se realicen las siguientes prospecciones.

Entre ellos podrían estar los restos de Enrique Bispo Blanco, miliciano del Batallón Ferroviario, desaparecido cuando se encontraba bajo custodia de las fuerzas fascistas después de combatir en Sigüenza. Su nieta, Olga Quijada Bispo, asistía estos días a la excavación. Al igual que ella, Maribel Dorado Marín; cementerio soriano ha sido la última parada de su búsqueda. Tres de sus tíos, apenas adolescentes, se alistaron en defensa de la República en el verano de 1936. A dos de ellos, Carmelo Agustín Marín Martínez, los más jóvenes, el Foro por la Memoria de Guadalajara los sitúa en Sigüenza durante la toma de la catedral. Sus nombres figuran en el listado de los milicianos que llegaron después a Soria y ahí se desvanece su pista, estando bajo custodia de los militares sublevados. La familia no ha dejado de buscarles desde entonces.

En España, a diferencia de lo ocurrido en otros conflictos de la época, tras el fin de la Guerra Civil no estalló la paz, sino la represión. El Régimen franquista no levantó sistemáticamente fosas y cunetas, no identificó a los caídos, ni proporcionó descanso a todas las familias. “Solo lo hizo con los suyos –explica Xulio Garcia Bilbao, documentalista y responsable del Foro por la Memoria de Guadalajara, presente también en el levantamiento de la fosa de Soria-. En el BOE del 1 de mayo de 1940 Franco publicó una orden para exhumar, identificar y homenajear a los muertos del bando franquista, ignorando a los republicanos”.

Los años venideros se cebaron aún más con los españoles que perdieron no solo la guerra, sino también a sus padres, tíos o hermanos. La democracia no recogió tampoco la petición de estas familias. Y no ha sido hasta esta última legislatura, más de ochenta y cinco años después, con la La ley de Memoria Democrática, cuando se abrió una ventana de esperanza para los que aún manifiestan su derecho legítimo de encontrar sus restos. Y sin embargo, siguen siendo las asociaciones memoralistas quienes buscan la información y las respuestas. Muchas veces a pie de fosa, como estos días en Soria.

La Ley de Memoria Democrática entró en vigor en noviembre de 2021, su texto se puede consultar en el B.O.E y sitúa a España al mismo nivel que otras democracias europeas , ajustando a nuestro país a los principios de derecho internacional. La Ley se basa en los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, así como en los valores democráticos de concordia, convivencia, pluralismo político, defensa de los derechos humanos, cultura de paz e igualdad de hombres y mujeres, como reza el comunicado de Presidencia del Gobierno. Para el ministro de presidencia y memoria democrática, Félix Bolaños, con esta ley «pasamos definitivamente página de la etapa más negra de nuestra historia, de la Dictadura y de la Guerra Civil, y abrazamos y reivindicamos lo mejor de nuestra historia, a las personas que lucharon por la democracia, por la Transición, por la Ley de Amnistía y por la Constitución».

Sin embargo, y aunque se trata de la legislación que más ha avanzado en asistencia a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, y que más ha trabajado en crear una conciencia histórica sobre esos años, no supone una reparación o un marco legislativo completo, ni tampoco ha desarrollado en estos años su articulado. De hecho, la falta de un banco nacional de ADN es una de las trabas más importantes a la hora de identificar los restos cuando aparecen. Las asociaciones, como el Foro por la Memoria de Guadalajara, trabajan con laboratorios privados que almacenan estas pruebas, supliendo así la labor que no efectúa el Estado y que previsiblemente de llegar el Partido Popular al Gobierno ya no se llevará a cabo. La Ley de Memoria Democrática es una de las que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo ha anunciado que derogará si gobierna la próxima legislatura.

Los listados de prisioneros y la información proveniente de archivos militares encontrada por el Foro por la Memoria de Guadalajara donde se prueban crímenes de lesa humanidad según la legislación española e internacional vigente ya en 1936 fueron presentadas el 24 de septiembre de 2013 ante el relator especial de Naciones Unidas para desapariciones Forzosas, (OHCHR) Ariel Dulitsky, durante su visita a España y en el seno de una reunión con distintas entidades memorialistas.

Aquellas familias que tengan información o sospecha de un familiar desaparecido en la Guerra Civil y quieran practicarse pruebas de ADN pueden contactar a través del correo electrónico con foroporlamemoriaguadalajara@gmail.com 

Se trata de 157 milicianos desaparecidos en 1936

Imagen de las excavaciones en las Casas/ Foto : web Recuerdo y Dignidad

Guadalajara Diario/Agencia EFE.
Un juzgado de Soria investiga los restos humanos que se han exhumado, desde el 29 de mayo, en el cementerio de Las Casas y que, según el Foro por la Memoria de Guadalajara, podrían pertenecer a los milicianos desaparecidos en la Batalla de Sigüenza, que fueron trasladados a ese municipio en octubre de 1936 por las tropas franquistas.

En una nota de prensa, el Foro por la Memoria de Guadalajara ha informado de que un juzgado soriano ha abierto diligencias a raíz de la aparición de restos humanos en los trabajos que la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad ha iniciado en el cementerio de Las Casas.

Según las investigaciones del Foro por la Memoria de Guadalajara, 157 milicianos desparecieron cuando se encontraban bajo custodia del ejército sublevado, tras la Batalla de Sigüenza, que tuvo lugar en el verano de 1936, al inicio de la Guerra Civil.

Así, tras la aparición el mismo lunes 29 de mayo de los primeros restos humanos con signos de muerte violenta en el cementerio de Las Casas, la asociación soriana encargada de la excavación dio cuenta al Juzgado de Guardia de Soria, que se personó en el lugar para hacerse cargo de las correspondientes diligencias y el Foro de por la Memoria de Guadalajara ha aportado la documentación que consta en su poder para tratar de esclarecer si los restos pertenecen a los milicianos de Sigüenza.

La batalla de Sigüenza transcurrió durante los primeros meses de la Guerra Civil.

El 15 de octubre de 1936, tras un asedio de varios días, las tropas franquistas concluyeron la ocupación militar de Sigüenza y detuvieron a numerosos prisioneros republicanos que se hallaban resistiendo o refugiados en la catedral.

Su número y destino ha dado lugar a diversas especulaciones hasta que el Foro por la Memoria de Guadalajara encontró los datos que ahora ha ofrecido al juzgado de Soria.

Además, el Foro por la Memoria ha pedido colaboración para localizar a familiares de estos prisioneros desaparecidos procedentes de Sigüenza en 1936. EFE

Fuente: Agencia EFE

Sus restos podrían encontrarse en las fosas del cementerio de Las Casas, en Soria, en cuya exhumación trabaja la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad desde el 29 de mayo.

Miembros de la familia de Enrique Bispo, miliciano desaparecido de la catedral de Sigüenza, siguiendo los trabajos en el cementerio de Las Casas. – FMGU

S. JIMÉNEZ

 9 DE JUNIO DE 2023

GUADALAJARA.- Foro por la Memoria de Guadalajara pide colaboración para localizar a los familiares de los milicianos desaparecidos en la catedral de Sigüenza en octubre de 1936, cuyos restos podrían encontrarse en el cementerio soriano de Las Casas, donde el pasado 29 de mayo la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad comenzaba a realizar una serie de catas y exhumaciones en unas fosas de la guerra civil.

Trabajos que abren una vía de esperanza para la localización, entre otros, de los cuerpos de los desaparecidos en la batalla de Sigüenza, que habrían sido trasladados allí en octubre de 1936 por las tropas franquistas.

Desaparecidos que, según las investigaciones llevadas a cabo desde Foro por la Memoria, serían 157, cuyos nombres habrían sido localizados en dos listas en 2011, las cuales fueron entregadas en 2013 al relator especial de desapariciones forzadas de la ONU, Daniel Dulitzky. Documentos por los que ahora el juzgado soriano que investiga los cuerpos aparecidos estos días en las fosas de Las Casas ha mostrado su interés, y van a ser aportados por la asociación memorialista guadalajareña.

Información que la ONU recogió, explican desde Foro por la Memoria de Guadalajara, lo cual “supuso un importante paso, pues se trata de pruebas de un caso flagrante de desapariciones forzosas, aunque también recordó entonces que es el Estado español el encargado de investigar estas desapariciones”.

Y es que tras la aparición el pasado 29 de mayo de los primeros restos humanos con signos de muerte violenta, la asociación soriana encargada de le excavación daba cuenta al juzgado de guardia, cuyo titular se personaba en el lugar para hacerse cargo de las diligencias.

Según explican desde Foro por la Memoria de Guadalajara, se trata del quinto caso en la provincia de Soria en el que tras la aparición de fosas de la guerra civil se practican diligencias judiciales, lo que supone “una novedad” con respecto a lo que ocurre en exhumaciones del mismo periodo en otros lugares de España, al descartarse en la mayoría de los casos la intervención judicial.

Respecto a la batalla de Sigüenza, la asociación recuerda que fue uno de los episodios más importantes de los primeros meses de la Guerra Civil. “El 15 de octubre de 1936, tras un asedio de varios días, las tropas franquistas concluyeron la ocupación militar de Sigüenza y detuvieron a numerosos prisioneros republicanos que se hallaban resistiendo o refugiados en la catedral”, señalan. Su número y destino ha sido objeto de diversas especulaciones hasta que fueron encontrados los datos que ahora se han ofrecido al juzgado de Soria.

En este sentido, apuntan cómo “la práctica totalidad” de los estudios publicados sobre este episodio se centra principalmente en los aspectos militares o tácticos, “ignorando la represión franquista y especialmente la llevada a cabo contra los resistentes en la catedral, que todavía hoy es desconocida en gran parte a pesar de los años transcurridos”.


Por ello desde Foro por la Memoria se pide colaboración para tratar de localizar a familiares de estos prisioneros desaparecidos, procedente de Sigüenza. Así invitan a quienes puedan aportar datos o quieran solicitar información, a ponerse en contacto con ellos a través del correo electrónico: foroporlamemoriaguadalajara@gmail.com

Fuente:
https://periodicoclm.publico.es/2023/06/09/foro-memoria-guadalajara-pide-colaboracion-localizar-familiares-milicianos-desaparecidos-siguenza/