López Gayarre o el anticomunismo como excusa para todo.
Sobre la apologia de la División Azul en Albacete.
17/10/2021
Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha
En pasados días, el profesor de historia Pedro Antonio López Gayarre ha escrito un artículo en un periódico acusando a esta asociación (Foro por la Memoria), de querer prohibir la presentación de un libro de Carlos Caballero Jurado y por cierto, nos acusa de comunistas. Y es cierto, en el Foro por la Memoria hay algunos comunistas, con mucho orgullo, pero también hay gente de muchas otras organizaciones, sindicatos y partidos, e incluso de ninguno y no nos tenemos que justificar por ello. Nunca hemos justificado ningún crimen de nadie ni lo haremos.
Aquí nadie ha pretendido prohibir la presentación de ningún libro como nos acusa, sino denunciar que la presentación de un libro fuera utilizada para hacer apología de una unidad del tercer Reich que colaboró en crímenes de guerra, como lo son la invasión de un país y el bloqueo de una ciudad como Leningrado en la que murieron de hambre y frío centenares de miles de civiles. Y lo hacen basándose en el anticomunismo, gran excusa para todo.
Ya se sabe, póngase el término “comunista” en cualquier artículo, discurso político o libelo, y ya, automáticamente, todo lo que venga detrás, parece estar justificado.
El anticomunismo sirve para justificar golpes de Estado, justificar crímenes de guerra, dictaduras, crímenes de lesa humanidad y lo que haga falta. Perdone que no le acompañemos en su justificación.
Parece usted insistir de modo enfermizo en que cualquier ataque a la División Azul o cualquier rechazo a los crímenes del nazismo es sólo propio de comunistas y que ello significa: “Dudar de la bondad del sistema en la Unión Soviética”.
Le aseguramos que la recién dimitida canciller alemana no era comunista, y hubiera firmado y apoyado cualquiera de nuestros argumentos.
Aquí nadie ha hablado de la Unión Soviética. Ni de China ni de Corea del Norte. Por cierto, entre los que defendían la Unión Soviética en esa época, apunte usted a “bolcheviques” como Winston Churchill o al mismo De Gaulle. Aquí hablamos de la invasión, que constituye un crimen de guerra, de un país, con la excusa presunta del anticomunismo. El PCE e IU , han apoyado este manifiesto, con todo derecho, igual que un anticomunista como Churchill no dudó a unirse al mismísimo Stalin. Si lo que quiere es una denuncia de los crímenes cometidos en nombre del comunismo, le diremos que ya la tiene. Ahora bien, exigimos entonces una condena inequívoca suya y de aquellos a quién defiende de los crímenes del nazismo y sus aliados.
Lo cierto es que la invasión de la URSS tiene que ver más con el intento de someter a los pueblos eslavos, a los que consideraban inferiores, que por ser comunistas ni de ninguna otra ideología, como bien describe el propio Hitler en su Mein Kampf y en numerosos discursos. Si algunos de esos “seres inferiores” se sometían hasta el punto de ayudarles militarmente o alistarse en sus filas, allá ellos. Pero el ejército alemán de Hitler que en 1941 invadió la URSS era fundamentalmente antisemita y anti eslavo antes que anticomunista. Si la División Azul querían mirar hacia otro lado mientras otros “agitaban el árbol”, asesinando judíos y sometiendo a eslavos, eso es lo de menos. Léase a historiadores como Núñez Seixas, por ejemplo.
Nosotros no pretendemos pedir que se oculte la historia, señor, al contrario, aquí el único que oculta esvásticas es el señor Caballero Jurado, y la hermandad que honra a los ex divisionarios, que hacen verdaderos esfuerzos por ocultar todas las esvásticas en sus publicaciones, fotos, artículos o libros. Ni una esvástica aparece en ninguna de sus ilustraciones. Es un intento de blanquear a esta unidad militar del Tercer Reich, que llevaban el mismo uniforme, las mismas insignias, las mismas esvásticas e hicieron parecido juramento de lealtad a Adolf Hitler, canciller de Alemania. A ADOLF HITLER, señor mío. Nos da igual que la fórmula tuviera algunos cambios como “en su lucha contra el bolchevismo”.
El anticomunismo, a lo que se ve, justifica todo, hasta la decisión del Tercer Reich de arrastrar al mundo a la mayor matanza de la historia humana. El presunto carácter «romántico» de la División Azul, el presunto afán de «devolución de la visita», pero sobre todo la pretensión de que el juramento a Hitler se limitaba a la «justificada» lucha anticomunista son parte de los mitos del franquismo ampliamente repetidos en el revisionismo actual.
El juramento de los «divisionarios» españoles decía, efectivamente:
“¿Juráis ante Dios y por vuestro honor de españoles absoluta obediencia al jefe supremo del ejército alemán, Adolf Hitler, en su lucha contra el bolchevismo y que combatiréis como valientes soldados dispuestos a dar vuestra vida en cada momento por cumplir este juramento?”
Ampliemos el foco. ¿Cuál era el juramento de las Waffen SS? Pues practicamente el mismo:
“Juro por Dios obediencia incondicional como un soldado valiente que quiere estar preparado en todo momento para dar su vida en la lucha contra el bolchevismo al comandante supremo de la Wehrmacht, Adolf Hitler.”
Cuando Caballero Jurado actúa como historiador de temas militares, puede hacerlo con mayor o menor rigor, aunque ocultando lo que le interesa, por supuesto, Pero desde luego, cuando habla políticamente, habla como un falangista con un pasado negacionísta del holocausto (cierto es que más en su juventud), tal y como se muestra en sus textos.
Por cierto, no se trata de que queramos colocarles el “sanbenito inquisitorial de facha”, como Vd. dice, pero ¿Nos permite que a los miembros del ejército nazi y a quienes les defienden o justifican, les llamemos “fachas”? Vamos si no tiene Vd. inconveniente. Porque ahora va a resultar que nadie es facha, ni siquiera los nazis, Ah s´, es que ahora dicen algunos que eran “socialistas”, se nos olvidaba algo completamente ridículo.

(Art.IWM PST 15064) © IWM. Original Source: http://www.iwm.org.uk/collections/item/object/32443
Es sabido que la impunidad de los crímenes contra la Humanidad acaba por envilecer a las sociedades que se ven sometidas, ver impunes a los verdugos, triunfantes sus ideas y socialmente reconocidos a los que se beneficiaron de los crímenes, lleva a muchos a no saber moverse moralmente. El nazismo, como el fascismo, o la variante hispana del totalitarismo, el nacional-catolicismo, no precisaban traicionar sus ideales para devenir genocidas, estaba en su propia esencia y definición. Es por ello que en una contienda como la española o la guerra mundial 39-45 debería ser muy fácil orientarse, basta con preguntar ¿en que lado estaban los nazis? Pues bien, las personas decentes está claro que deben estar enfrente. Aquí no hay equidistancia que valga. Churchill lo tuvo claro. El señor López Gayarre, no tanto.
Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha