Francisco de Luz Polanco (In Memoriam)
24 de noviembre de 2012
Ha fallecido Francisco de Luz Polanco, conocido como “José Luis” por sus amigos y familiares.
“Si franco no trae a los moros…nosotros no perdemos la guerra” lo decía convencido y me lo repitió muchas veces en tantas y tantas tardes que conversamos. Yo quería saber de mi abuelo Saturnino, que era hermano de su padre, y él me contó cuanto sabía. Mi interés y sus ganas de contar fueron en aumento. Su memoria era prodigiosa y día tras día durante muchas tardes escuche, pregunté y recogí sus testimonios. No solo me contó de mi abuelo sino también de su padre, Gregorio de Luz, de la “tía Colaca”, los “Chifolas”, Julio Salamanca, María Sánchez y Cartés, Manuel Nuevo, Lucía Sánchez, Antolina …y de él mismo. Con su inestimable ayuda pude conocer y después contrastar los hechos que sucedieron en Tendilla durante la guerra y la criminal represión que le siguió.
Disparamos cuanto pudimos con aquellos mosquetones españoles pero estábamos sin escapatoria, murieron muchos y el capitán puso pañuelo blanco en la bayoneta y nos rendimos… Nos llevaron presos a un corral improvisado del pueblo cercano y luego a Zaragoza, después a la zona nacional de Santoña donde estuve 4 meses… Pasamos mucha hambre y mucha miseria. Sin comer, sin desayunar, era una comida muy pobre, algunas castañas cocidas y poco más. Donde nos cogieron prisioneros, sin aseo mínimo, sin agua, nos cortaban la barba con la máquina del pelo, había piojos a mansalva. De allí me llevaron a Miranda de Ebro y estuve haciendo trincheras, pistas, puentes volados… en el BATALLÓN DE TRABAJADORES Nº 50 Gramut, Lérida, Borges Blancas …me pusieron a cavar trincheras por toda Cataluña, Lérida…Después toda la quinta fue reclutada por los nacionales. Tuvimos que servir como soldados del ejército nacional durante tres años “La mili de Franco”. Mi padre sería trasladado de Guadalajara a la prisión de Astorga y recuerdo una vez que regresando a casa pasé por allí para visitarlo; yo iba vestido de soldado nacional y casi me veo haciéndole guardia en la prisión. Cuando me licencié estuve en Madrid, en casa de la tía Balbina, Norberto había muerto durante la guerra, mi padre seguía preso o desterrado y a tu abuelo le habían matado”.